viernes, noviembre 09, 2012

LEY DE GUARDAVIDAS: ESENCIA Y CUMPLIMIENTO!

Allá por los años 40 se inicio el salvamento acuático en Panamá. Se formalizó en los 60, con la creación de la Brigada de Salvavidas Voluntarios de la Cruz Roja. Luego, se integro a las tareas del Cuerpo de Socorristas de esa institución y posteriormente, como servicio voluntario del SINAPROC.

Pero desde entonces y hasta la fecha casi nada es lo que se había avanzado en materia de profesionalización y reconocimiento de esta actividad de seguridad de la población que visita las aguas recreativas, salvo seguir capacitando personal para un mercado laboral inexistente; aun actualmente, con la Ley; y sin ningún tipo de seguimiento a quienes culminaban estos entrenamientos.

Tampoco hubo, entre la gran cantidad de expertos y experimentados instructores o especialistas, pertenecientes o egresados de estas reconocidas instituciones quien tuviera la visión y adquiriera el compromiso de buscar un mejor destino para los suyos, como para la actividad que le había procurado alguno; sino que todos; los beneficios que se pudieran percibir de concretarse esto.

Peor aun, la deserción, fuga o como quiera llamarse, de las personas certificadas como guardavidas hacia otras labores porque para esta, que habían sido capacitados, no se les ofrecía nada mas que brindar su tiempo voluntario a la institución que los acreditó, únicamente los domingos de inicios de año; aun perdiéndose con esto una buena cantidad de Guardavidas que estarían ejerciendo para esto que han sido llamados.

Si a esto aunamos, la pobre y decadente preparación de los últimos 10 años, nos encontramos ante un doloroso fenómeno de "exposición a riesgos innecesarios" por la gente tan mal capacitada por la carencia de conceptos y aplicaciones que entraron en vigencia con el nuevo milenio, gracias a organismos internacionales encargados de la actualización, y porque no hay unificación de criterios en la enseñanza, que aun deja mucho que desear con más de 30 años de atraso, porque una cosa es lo que dicen los manuales y otra muy diferente lo que se enseña; y como.

Ante esta y otros problemas que se les presentaban y poseían los profesionales del salvamento acuático, surge la Asociación de Guardavidas de Panamá, que como gremio, ofrecía y ofrece la modernización y fortalecimiento de la actividad, a partir del perfeccionamiento y reconocimiento profesional de quienes llevamos tan riesgosa y responsable labor. Fue esta organización la que redactó, propuso, presentó y sustentó a la Asamblea Nacional de Diputados lo que hoy es la Ley No 19 de 5 de junio de 2007 o Ley de los Guardavidas de Panamá.

Con ella, lo que se pretendía era empezar a resolver de una vez, TODAS las situaciones que nos afectan que van desde la acreditación a la validación de títulos, así como el aval a los planes de capacitación de las diferentes instituciones y empresas; que surjan en el futuro; que entrenen y acrediten Guardavidas, tanto como regular la actividad laboral en si, promoviendo la búsqueda y contratación de nuestra gente para TODAS las aguas recreativas del país, tanto como su equipamiento. A su vez, la equiparación con agrupaciones o agencias de guardavidas en otras latitudes, para futuros intercambios.

Pero, la misma norma no está implementada ni siquiera reglamentada y las instituciones que están llamadas a su cumplimiento hacen fiesta de este hecho al violentarla cada vez que pueden y se les viene en gana, o interpretarla para su propio beneficio, así mismo aquellos quienes dentro de ellas busquen su beneficio particular, pero que dicen representarlas: la institución o la Ley.

Y siendo que no se le ha podido "poner el cascabel al gato" para que esto suceda; aun con los muchos intentos que hemos realizado; tenemos que en su ESENCIA, la Ley de los Guardavidas es solo un pedazo de "papel mojado en tinta", porque los mismos que son los que se beneficien de la misma, tampoco hacen lo posible, justo y necesario para protegerla, peor aún se vuelven alcahuete de las instituciones que los engañan con falsas promesas de superación y al final solo les dan migajas.

Lo cierto es que mientras nosotros mismos; como profesionales del salvamento acuático; no nos pongamos las pilas y procuremos defender un derecho que es propio, seguirán llamándonos con cantos de sirenas sobre cosas que no existen más que en los cuentos de hadas, simplemente porque quienes lo hacen están más que ilegales por irse contra nuestra Ley. De nosotros queda, al igual que las enfermeras, médicos o educadores, conocer nuestros derechos y defenderlos en los escenarios adecuados y necesarios.

Por lo demás; como siempre; seguiremos procurando que las COSAS SE HAGAN COMO SE TIENEN QUE HACER, y si alguno de nuestros hermanos o hermanas queda lastimado en el proceso, lo lamentamos mucho pero será LO CORRECTO, LO QUE SE TENGA QUE HACER POR EL BIEN DE TODOS, más que todo de la población a la que estamos llamados a servir. Quedan invitados a informarse más, para que SINAPROC o la Cruz Roja no los agarren de tontos