lunes, agosto 03, 2009

SINAPROC Y LO MISMO DE TODOS LOS AÑOS

Todos los años es la misma situación. Los operativos carecen de personal o de recursos, y mucha más gente quiere ir a las playas. La solución, que se empiece a cumplir la Ley del Salvamento Acuático, que fue promulgada en Gaceta Oficial el 6 de junio de 2007 y está por cumplir un año y ocho meses de vigencia, sin que la misma se haya llevado a ejecución.

Que el SINAPROC no cuenta con el personal suficiente para disponer de guardavidas en todos los balnearios del territorio nacional, no es nada nuevo bajo el sol, más aún porque esta no es función de esa institución. También hay que tomar en cuenta que solo se brinda el servicio voluntario durante la temporada seca, los domingos, y quien vigila estos lugares el resto del año, sobretodo en días feriados.

Y es que el problema del salvamento acuático no se limita solo a los ríos y playas de acceso público o a lo que esta institución tenga a bien hacer por la población, en un área de servicio que nunca le correspondió, porque la Ley del SINAPROC, enmarca a la misma solo para dar soluciones ante los desastres.

En la ciudad de Panamá, de los casi 70 hoteles que hay, cerca de la mitad tienen piscina y solo 5 o 6 poseen Guardavidas. Y en muchos de estos lugares, el salario no es equivalente a los riesgos y responsabilidades de ser uno de nosotros, para que encima de ello nos pongan tareas que no son acordes a nuestra línea de trabajo, peor aún están las que nos alejan de nuestra zona de vigilancia.

La parte más triste del problema es que siendo el SINAPROC, "supuestamente", parte interesada en el asunto nunca haya hecho nada por lograr que la norma se ponga en marcha y siempre salen para justificarse que no tienen el personal porque se les fugan. Lo que no mencionan es que carecen de las estructuras, no solo para contratar el personal, sino también para llevar a cabo un buen servicio.

No responsabilizamos a los Guardavidas voluntarios, puestos que estos solo tienen que hacer acto de presencia y dar lo mejor de si; peor aún, cuando están condicionados a participar de los operativos de inicio de año para poder obtener su certificado y carné, que les valdría posteriormente para conseguir un empleo en esta rama.

"Gallote no come gallote!" A ellos, nunca se les ha oido hablar de la ausencia total de equipos de atención en las piscinas de PANDEPORTES o de la escasez de Guardavidas en las piscinas municipales. Tampoco se manifestaron con referencia a la muerte que se dio en la de Alcalde Díaz o en la de Torrijos Carter. Mucho menos han abierto la boca para defender la forma en la que se nos trata.

La seguridad en los balnearios nunca ha sido considerada por algún gobierno como parte de la seguridad ciudadana del estado, por lo tanto ningún gobernante, ministro o alcalde le va a prestar la debida atención, hasta que pase en una playa una tragedia como en La Cresta y se mueran 18 o más personas un domingo cualquiera.

El año pasado, en La Ermita de San Carlos una muerte por ahogamiento produjo una balacera que pudo haber tenido más víctimas y el alcalde solo se limitó a decir que no sabía que existía una Ley que lo obligaba a contratar Guardavidas, porque el SINAPROC no ha ido a inspeccionar este lugar y dar sus recomendaciones como lo han hecho en algunas instalaciones privadas.

Cuando se propuso lo que hoy es la Ley N° 19 de 2007 o Ley del Salvamento Acuático se trató de que los municipios que administran estas aguas procuraran la vigilancia y protección de los cientos de bañistas que a ellos llegan, como lo establece el artículo 24. Tanto más porque lo nuestro es una profesión que involucra riesgos y responsabilidades, como para que siga siendo voluntario.

Hay que considerar que solo los lugares con piscinas y playas son los únicos que realmente pueden ser considerados como balnearios, puesto que en los ríos la gente pone un jorón/cantina junto a estos y se aprovecha de que la gente tenga que llegar al río por ese lugar para cobrar estacionamiento y asegurar sus ventas del día, pero los mismos no están obligados a tener Guardavidas, porque no son oficialmente balnearios.

La parte más triste de todo esto es que, con todos los 15 años que tiene el SINAPROC involucrándose en cosas que no les corresponde; en este caso el salvamento acuático; no hayan tenido el genio para planificar alguna estrategia consona que proporcione las herramientas para subsanar el problema y cada principio de año tengan que excusarse por no poder brindar un servicio al que tienen acostumbrado a los panameños.